Por Nelson Lombana Silva
El periodista y reportero gráfico, Carlos Alberto Castaño, miembro de la asociación de los medios masivos de comunicación, ASOPRENSA, seccional Tolima, junto a su esposa, Sonia Asceneth Suaza Sierra, fueron agredidos por la policía mientras exhibían la exposición internacional fotográfica “Realidades, porque el ojo y el lente no mienten”, siendo decomisado el material que se compone de más de 300 fotografías, la cuerda y los ganchos, a cargo de un teniente y tres polizontes más, supuestamente encargados de espacio público.
El hecho tuvo ocurrencia en horas de la mañana, siete de junio sobre la carrera tercera entre calles 11 y 12. Todo el material fue raptado por los uniformados quienes se negaron a levantar una relación detallada del material incautado a pesar de la insistencia del periodista Castaño. Al intentar impedir el decomiso, Sonia Asceneth fue brutalmente agredida por un polizonte, quien le propinó severo puñetazo en el rostro.
Hay que recordar que esta exposición fotográfica que retrata crudamente la realidad del país en el marco del capitalismo, el neoliberalismo y la dictadura uribista bajo el sombrío eslogan “seguridad democrática”, se ha recorrido el mundo con éxito, pues se ha presentado en varios países, entre otros: la hermana república bolivariana de Venezuela, España, Italia, lo mismo que varias ciudades colombianas con rotundo éxito.
Es de anotar también, que la administración municipal se ha empecinado en negar el permiso para la apertura de la exposición callejera en la ciudad musical de Colombia, argumentando estúpidamente que esta no hace tono con el paisaje de la ciudad.
Vía celular contactamos al compañero y colega periodista, Carlos Alberto Castaño, quien dijo en tono enfático que “se mantiene resistiendo ante la arremetida desnaturalizada de la policía y la autoridad municipal de impedir que el pueblo en fotos se de cuenta de lo que está sucediendo a lo largo y ancho del territorio colombiano”.
Dijo que “está elaborando un documento de denuncia sobre el absurdo robo de su material y criminal proceder de la policía, que son más de 300 fotografías, la cuerda y los ganchos”. “Como si fuéramos delincuentes nos pidieron la cédula de ciudadanía, nos iban a detener afirmando que teníamos que ir hasta el CAI a contar la fotos”, agregó el periodista y reportero gráfico.
Finalmente, Carlos Alberto Castaño, demandó de los organismos de derechos humanos del orden nacional e internacional solidaridad, lo mismo que las diversas organizaciones periodísticas. Porque este es un atentado contra la libertad de prensa y un ataque artero a los derechos de los ciudadanos de bien, advirtió.
Al compañero, Carlos Alberto Castaño y su distinguida esposa nuestra firme y sincera voz de solidaridad, ahora y siempre. ¡Otro país es posible, adelante!
Ibagué, junio 7 de 2009
